Trataremos, en esta oportunidad, sobre los conocimientos de instrumentos de medición en Tiawanaku., como continuación acerca de las tecnologías ancestrales usadas en Tiawanaku y otras culturas ancestrales.
Aún hoy, podemos observar los restos de la arquitectura realizada por los tiwanacotas. Enormes bloques de piedra labrados a la perfección en Tiawanaku. Éstos, presentan una característica excepcional que reside en la completa estabilidad de sus construcciones. Para conseguirla, cada piedra lleva en un costado una ranura lateral en que penetran lengüetas talladas en el lugar correspondiente a las piedras contiguas.
Además, cada sillar tiene en sus caras horizontales unos agujeros en que se encajan espigas de metal (plata o cobre templado) o de piedra. Dichas espigas, lo afirman sólidamente contra su vecino, mientras otro sistema de ranuras y lengüetas, establecido en las caras verticales en contacto, impide cualquier movimiento horizontal.
Se puede ver que el pulimento que obtenían en las piedras era muy fino y lustroso, semejante al que se da al mármol. A pesar de que los elementos destructores de la naturaleza no han cesado un momento de obrar sobre esas piedras durante miles de años, todavía conservan algo de su perfecto pulido.
También vemos una excelente disposición de las superficies en los bloques arquitectónicos, partes huecas bien dibujadas, ángulos iguales en nichos, ranuras, marcos excavados en piedras monolíticas con bordes regulares y vivos. Esto denota el uso de precisos instrumentos de medición en Tiawanaku y todo puede observarse en los hallazgos en Puma Punku.
Dominio completo de la lava andesítica en la elaboración de los ornamentos simbólicos en relieve como puede observarse en la “puerta del sol”; ejecución perfecta de las formas rectangulares, etc.
Arturo Posnansky dice: “De los caracteres técnicos observados en los monolitos, se deduce que el operario debió disponer de un medio auxiliar para dar a los bloques siempre la forma rectangular, que los operarios hacían uso de reglas graduadas muy exactas aún para las dimensiones pequeñas. Los escultores han conocido varios procedimientos para alisar y pulir la piedra. El material andesítico a más de alisado es también pulido”.
En otras palabras, este investigador denota la evidencia, no sólo del uso de instrumentos de medición en Tiawanaku, sino del uso de una desarrollada tecnología ancestral, por parte de los antiguos habitantes de la Cultura Andina
Túneles en los Andes
En “El Oro de los Dioses” E. Von Däniken, refiriéndose al mundo subterráneo descubierto por Juan Moricz en Ecuador, hace una interesante observación sobre la posible técnica empleada por los hombres protohistóricos para la realización de estos túneles que se encuentran en distintos lugares del planeta; él cree que fueron posiblemente realizados con la utilización de un taladro térmico, semejante al hecho por los científicos del centro de investigaciones atómicas de Los Álamos.
Este taladro funde el material comprimiéndolo contra las paredes en las cuales se enfría. La broca es de acero al tungsteno y se lo calienta mediante un elemento de calefacción de grafito. Este taladro es experimental y está concebido para atravesar la corteza, a fin de obtener muestras de magma hirviente.
Todo hace suponer que han tenido que utilizar, en la realización de estas vías subterráneas, algún método distinto al de percusión u otro convencional ya que las paredes según el mismo Däniken son “a escuadra y a menudo vidriadas”. Además, estas obras de ingeniería, no serían posible de no contar con instrumentos de medición precisos.